Movimiento físico

Durante siglos, los investigadores supieron que existía una relación entre el sedentarismo y los problemas de salud. En 1700, por ejemplo, un médico italiano, Bernardino Ramazini, observó que los sastres que trabajaban sentados no gozaban de tan buena salud como los repartidores que caminaban mientras trabajaban (Ramazzini, 1713). Generaciones más tarde, un estudio británico (Morris & Crawford, 1958) demostró que las enfermedades cardiovasculares eran menos frecuentes y menos graves entre los conductores de autobús y los carteros que entre los conductores de autobús y los telefonistas, que eran más propensos a realizar trabajos sedentarios.

Los estudios recientes de Hamilton se centran más en el funcionamiento de los sistemas biológicos, midiendo la regulación de los niveles de glucosa en sangre y las diferencias metabólicas en animales y seres humanos con un comportamiento sedentario (duración de la inactividad física) en comparación con los que experimentan niveles comunes de actividad durante las horas de vigilia. . Los resultados añadieron un nuevo peso a lo que es ampliamente conocido desde los tiempos de Ramazini: que la inactividad en la oficina y en casa puede tener un efecto negativo significativo en la fisiología humana.

Los resultados del estudio respaldan la idea de que el movimiento a lo largo del día, mientras se está sentado, caminando o de pie, es fundamental para mantener el bienestar (desde menos lesiones por movimientos repetitivos hasta un menor aumento de peso), fomentar la concentración, la atención y aumentar la productividad (DeRango et al., 2003).

Expertos como Donald D. Harrison (Harrison et al., 1999) saben que no existe una postura óptima. En cambio, cambiar de actitud es la clave del éxito.

Los peligros de permanecer sentado mucho tiempo, día tras día, son evidentes. También son evidentes los beneficios de cambiar de postura, como la mejora de la atención, la concentración y el bienestar. Estar de pie en el trabajo supone un descanso de estar sentado, ayuda a compensar algunos de los problemas que pueden derivarse de estar sentado durante mucho tiempo y mantiene a los empleados en movimiento. Teniendo en cuenta las conclusiones de Hamilton, estas ventajas por sí solas son un incentivo para que los empleados pasen parte de la jornada laboral de pie, ya sea reuniéndose en una sala común o trabajando en puestos de altura regulable.

Estar de pie sólo una hora al día puede ayudar a los empleados a quemar calorías adicionales y mantener o renovar sus niveles de energía y concentración. Y los escritorios que pueden ajustarse fácilmente de la posición sentada a la de pie eliminan la necesidad de que los empleados abandonen sus puestos de trabajo cuando necesitan un descanso de su posición sentada, manteniéndolos más productivos durante todo el día.


Al cambiar entre el trabajo sentado y de pie, es importante comprobar las distancias de visualización de la pantalla. La altura de la pantalla en relación con la mesa es diferente para el trabajo sentado que para el trabajo de pie. Esto tiene que ver con la extensión y flexión del tronco, cuanto más bajo te sientas más flexionado estás. Por eso la altura del codo suele ser elegida un poco más baja por el usuario cuando trabaja de pie.

Por lo tanto, es importante facilitar pantallas ajustables flexibles para los empleados. Esto puede hacerse mediante soportes ajustables para portátiles, soportes para monitores o brazos ajustables para monitores.

La medicina moderna sigue confirmando el estudio de Ramazini'sobre repartidores y sastres. El movimiento es saludable. BakkerElkhuizen lo ha asumido y cuenta con soluciones innovadoras para ofrecer movimiento a través del coaching en combinación con hardware como mesas de bipedestación regulables en altura y soluciones de asiento activo. Cuando se utilizan para tareas de pie, permiten al trabajador mantenerse en movimiento, lo que aumenta la productividad.

Proporcionar una manera de mantenerse en movimiento y así permanecer en el trabajo puede mantener el metabolismo de un empleado en movimiento y tener un impacto positivo en la salud en general.


La combinación de entrenamiento y la posibilidad de hacer ejercicio es esencial. Por ejemplo, la investigación (Garret, et al., 2019) muestra que el uso de escritorios sit-stand aumenta en un 229% cuando esto se combina con nudging, o coaching, que anima a cambiar de posición entre sentado y de pie. De este modo, los efectos del movimiento y la alternancia entre estar sentado y de pie se refuerzan aún más, además de la propia motivación del empleado para hacerlo.

Ofrecer buenas opciones para trabajar sentado o de pie parece una forma estupenda de mantener contentos a todos. Uno de los retos a la hora de ofrecer opciones a los empleados es que pueden equivocarse. Al dar demasiada libertad de acción, demasiada agencia, los empleadores pueden estar volviendo al predicamento en el que comenzaron: los empleados no se animan a hacer ejercicio.

La educación y la formación eficaces en el comportamiento laboral de los empleados son fundamentales no sólo en la selección de la silla, sino también en el uso eficaz de las funciones de la silla, así como en el uso de escritorios de altura regulable. Con demasiada frecuencia, las empresas invierten en productos que deberían mejorar el bienestar y el compromiso de los empleados, pero a menudo no lo consiguen porque utilizan las sillas, los escritorios y otros equipos de forma ineficaz, incorrecta o errática.


La formación y la educación son aún más importantes debido a la realidad del lugar de trabajo actual. Los empleados son móviles. Armados con teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles, pueden trabajar, y lo hacen, en cualquier lugar. Pero aunque las ventajas de este tipo de movilidad son obvias, también lo son los riesgos. No todos los lugares de trabajo móviles ofrecen automáticamente acceso a una postura de trabajo saludable y/o herramientas para estimular el movimiento mental y físico. Sin embargo, también hay muchas soluciones móviles y/o híbridas disponibles para garantizar el movimiento y una postura de trabajo saludable en cualquier tipo de lugar de trabajo. Tanto si trabaja de forma fija, móvil o híbrida.

Los empresarios deben estar dispuestos a educar a los empleados sobre las opciones disponibles y cómo tomar las correctas. Los empleados también tienen una responsabilidad. La buena noticia es que existen las herramientas adecuadas, pero la mala es que siguen estando sujetas al uso de los empleados. Los empleados tienen que ser más conscientes de las opciones disponibles y, a medida que se mueven a lo largo del día, aprender a elegir sabiamente sus posturas y la disposición del lugar de trabajo.

Cuando las empresas adoptan una estrategia de Work Smart, Feel Good, también están abordando un problema fundamental al que se enfrentan todos los empresarios. Los empleados de hoy pesan más y gozan de peor salud que los del pasado. Esto se debe a que no sólo permanecen sentados durante largos periodos en la oficina, sino también en casa. Al ofrecer opciones para sentarse, levantarse y moverse, así como la formación para utilizarlas adecuadamente, los empresarios pueden fomentar un nuevo nivel de responsabilidad de los empleados en cualquier lugar de trabajo durante toda la jornada laboral.

Una estrategia Work Smart, Feel Good también ofrece beneficios intangibles. Al contribuir a un mayor nivel de bienestar, puede sentirse más positivo en el entorno de trabajo. Puede ayudar a la imagen de su empresa, haciéndola más atractiva para posibles colegas. Como resultado, no sólo se siente mejor, sino que usted y sus compañeros se implican más en el trabajo. En última instancia, esto suele conducir a una organización más fuerte.